BIOGRAFÍA

En la obra de Luis García Gil (Cádiz, 1974) conviven de manera absolutamente personal literatura, cine y canción de autor. En el ámbito de la canción ha publicado Serrat, cantares y huellas, Serrat y Sabina a vista de pájaro, Jacques Brel, una canción desesperada, Javier Ruibal, más al sur de la quimera y Joan Isaac, bandera negra al cor. Su amor al cine ha dado como fruto el libro François Truffaut publicado por Cátedra y el guión y producción del documental En medio de las olas dedicado a su padre el poeta José Manuel García Gómez. También ha producido el documental Vivir en Gonzalo que ha dirigido Pepe Freire y en el que se profundiza en la obra de Gonzalo García Pelayo. Como poeta es autor de La pared íntima, Al cerrar los ojos y Las gafas de Allen. Es autor además del libro José Manuel García Gómez, un poeta en medio de las olas.




miércoles, 5 de septiembre de 2012

CATALANES

Leo con estupor al profesor Sánchez Saus en las páginas de Diario de Cádiz. Su artículo titulado Ni las gracias destila en el fondo odio hacia lo catalán al hilo de la noticia del rescate que Cataluña pide a España en estos tiempos particularmente sombríos. Sánchez Saus articula su trama con astucia y confunde a ciertos políticos catalanes con los catalanes. En el fondo parece despreciar la cultura catalana y al obtuso nacionalismo catalán suele responder con obtuso nacionalismo español. A Sánchez Saus le aconsejaría leer a Salvat Papasseit o escuchar a Ovidi Montllor recitándolo. En ese territorio íntimo es donde una lengua como la catalana despliega toda su hermosura. Y todavía hay tipos mal encarados que califican de dialecto el catalán, como si con ello quisieran ofender a quienes se expresan legítimamente en una lengua que algunos trovadores del medievo llevaban prendida de los labios. Martí de Riquer está ahí como fuente primordial para atestiguarlo.

Soy gaditano, andaluz y español pero también me siento absolutamente ligado a la cultura catalana y a la riqueza bilingüe de su territorio. Por eso me siento feliz de escribir un libro sobre el cantautor catalán Joan Isaac y fortalecer esos lazos como he hecho en varias ocasiones con Serrat. Todos esos proyectos literarios me llevan hasta las calles de Barcelona, hasta el Barrio Gótico, hasta Santa María del Mar y toda la magnificencia del arte medieval, puro recogimiento escénico que contrasta con el bullicio de la Rambla donde uno siente que fluye la vida como río apasionado, como verso de Gil de Biedma sobre la piel del tiempo.  

Y claro que hay catalanes que desprecian a los andaluces y viceversa. Falta formación e información y sobran políticos que manejan permanentemente discursos de confrontación. Lo que es curioso es que José María Pemán se mostrara más avanzado en los años sesenta hacia la cuestión catalana que Sánchez Saus. Vuelvan sus ojos hacia su artículo El catalán: un vaso de agua clara. El poeta gaditano leería con sonrojo y reprobación este Ni las gracias que destila catalanofobia por los cuatro costados. Así construyen algunos su particular patria española en la que sobramos la mayoría.