BIOGRAFÍA

En la obra de Luis García Gil (Cádiz, 1974) conviven de manera absolutamente personal literatura, cine y canción de autor. En el ámbito de la canción ha publicado Serrat, cantares y huellas, Serrat y Sabina a vista de pájaro, Jacques Brel, una canción desesperada, Javier Ruibal, más al sur de la quimera y Joan Isaac, bandera negra al cor. Su amor al cine ha dado como fruto el libro François Truffaut publicado por Cátedra y el guión y producción del documental En medio de las olas dedicado a su padre el poeta José Manuel García Gómez. También ha producido el documental Vivir en Gonzalo que ha dirigido Pepe Freire y en el que se profundiza en la obra de Gonzalo García Pelayo. Como poeta es autor de La pared íntima, Al cerrar los ojos y Las gafas de Allen. Es autor además del libro José Manuel García Gómez, un poeta en medio de las olas.




martes, 10 de diciembre de 2013

VIDA Y LEYENDA DEL POETA ELÉCTRICO

Vida y leyenda del poeta eléctrico que asomado al Guadalquivir contempla su finitud mientras da forma a un poema infinito, un poema que alumbra el desasosiego, que cree en la esperanza de un mundo distinto. Leo y releo los poemas que conforman Vida y leyenda del jinete eléctrico de Joaquín Pérez Azaústre y celebro al poeta que ya me deslumbró con Las ollerías pero que aquí llega aún más lejos en su forma de alzar el canto con el vértigo de quien sabe que sólo gana el poeta que arriesga. 

Subrayo alejandrinos que parten el coxis del poema, que quieren ser surfistas en la tarde latina, mientras fragoroso discurre el lenguaje como el río al que se asoma el poeta eléctrico que ama la canción. Por eso hay poemas largos, sinuosos en su intrincado camino de esperanza, poemas en los que llueve a cántaros recuperando el aguacero lirico que Pablo Guerrero voceara en plena desintegración del régimen franquista. También se acuerda el poeta  del caballo cuatralbo de Alberti, de aquellos versos que galopaban para enterrar tantísimo oprobio franquista y cuya épica resistente hizo suya Paco Ibáñez con su guitarra cargada de poemas. 

Oler la canción, habitarla, como oler el poema y hacerlo nuestro o mirar a través de los ojos de Robert Redford, jinete presuroso invocando a Faye Dunaway o compartiendo una tarde luminosa con Paul Newman. No hay puntos seguidos para acotar el tiempo porque el verso se desborda pleno de imaginación y es palabra que tiende trampas a los embaucadores y derrama su estruendo sobre la realidad ruinosa. He aquí el poeta social de voz poderosa, raíz y criatura que inquiere a quien pensó que la hacienda era suya y suyo el jornal y el regadío de la gente doliente, de la gente de a pie.

El poeta eléctrico cual reinventado Dylan en el Carnegie Hall, el poeta asomado al Guadalquivir, que no nació un cinco de diciembre en Nueva York pero buscó la huella del actor carismático que fue Jeremiah Johnson y más tarde Brubaker y un poco antes periodista desenmascarando a Nixon al lado de Dustin Hoffman: (charles robert redford jr nació en el mismo instante en que mataron/ al arcángel total con su gracia desnuda...),  

La poesía será de todos cuando la vida digna sea la frente de todos. Canta el poeta su verdad y se pierde por una callejuela de Córdoba  por la que transitaron los poetas de Cántico y mientras pasea piensa en el actor de la Paramount que de pronto sintió la necesidad de dirigir cine y terminó filmando Gente corriente, tiempo antes de que el poeta eléctrico tuviera conciencia del verso que habría de derramarse sobre la noche profunda, como cera que arde, como luna que fulge, como viento que ruge y que al apaciguarse nos regala un misterio en forma de poema.