BIOGRAFÍA

En la obra de Luis García Gil (Cádiz, 1974) conviven de manera absolutamente personal literatura, cine y canción de autor. En el ámbito de la canción ha publicado Serrat, cantares y huellas, Serrat y Sabina a vista de pájaro, Jacques Brel, una canción desesperada, Javier Ruibal, más al sur de la quimera y Joan Isaac, bandera negra al cor. Su amor al cine ha dado como fruto el libro François Truffaut publicado por Cátedra y el guión y producción del documental En medio de las olas dedicado a su padre el poeta José Manuel García Gómez. También ha producido el documental Vivir en Gonzalo que ha dirigido Pepe Freire y en el que se profundiza en la obra de Gonzalo García Pelayo. Como poeta es autor de La pared íntima, Al cerrar los ojos y Las gafas de Allen. Es autor además del libro José Manuel García Gómez, un poeta en medio de las olas.




martes, 25 de marzo de 2014

EL MADRID DE CARLO (3)

Algunos nos seguimos preguntando a qué juega el Madrid porque un gran equipo se mide en las grandes ocasiones y el otro día contra el Barça la imagen del equipo dejó mucho que desear, incapaz de discutirle la posesión a un rival que ya no es aquella orquesta impecable que tenía por director a Pep Guardiola. 

A Carlo Ancelotti se le fichó para situarse en el extremo futbolístico del vilipendiado Mourinho. En sus comparecencias públicas la cosa ha cambiado, ya no hay tensión ni exabruptos ni hay rastro de Karanka. En lo estrictamente futbolístico yo lo que vi el otro día fue el mismo planteamiento que le veía a Mourinho, un equipo intenso, rocoso, pero sin propuesta alguna de juego, incapaz de dar tres pases seguidos, más pendiente de defender que de atacar. Soy algo persistente con Isco pero dejar a este futbolista en el más completo ostracismo ya es toda una declaración de intenciones.  Porque Isco será todo lo que se quiera pero es de esos futbolistas que reclaman la pelota, que necesitan jugar partidos para asumir responsabilidades, para sentirse importante. Sacarlo con uno menos y como revulsivo de última hora no era el plan previsto cuando se le fichó como uno de los puntales del nuevo proyecto madridista. 


Todavía hay que escuchar al inefable Tomás Roncero decir que este Madrid le recuerda al de la Quinta del Buitre. Claro que Roncero es un hincha disfrazado de periodista o un periodista disfrazado de hincha, práctica muy habitual en cierto periodismo deportivo que se ejerce en este país, hijo reconocido de la sociedad del espectáculo. El caso es que el Barça se impuso al Madrid que ganaba dos uno en el primer tiempo y fue incapaz de gestionar esa ventaja, de dominar el centro del campo, de proponer un fútbol que vaya más allá de la pegada de Benzemá o de las apariciones de Di María en un partido en el que no pudimos disfrutar de la mejor versión de Ronaldo. Al Barça del Tata Martino le bastó ser fiel a sí mismo y le bastó la grandeza de Messi para volverle a pasar por encima al Madrid y recuperar sus opciones en el campeonato de liga. 

Se sabe que hay maneras de perder y maneras también de ganar.  La Brasil del Mundial 82 o la Holanda del Mundial 74 perdieron pero su fútbol pervive en la memoria del aficionado. Este Madrid con Pepe y Ramos de centrales se parece mucho al de Mourinho pero sin Mourinho. Todo permanece igual o casi y con Isco chupando banquillo. Con todo y con eso le puede llegar para ganar la liga y la copa. Lo cual no diría mucho del momento futbolístico de la que presume ser mejor liga del mundo.