En el libro de Diego Torres sobre la accidentada etapa de Mourinho en el Real Madrid (Prepárense para perder) se afirmaba sobre el fichaje de Fabio Coentrao:
"Pagar 30 millones de euros por Coentrao, un lateral zurdo de calidad inferior a la de Marcelo supuso un traspaso récord para un suplente...".
Curiosamente el denostado Coentrao que fichó Mou fue el mejor futbolista del Real Madrid en su enfrentamiento de Champions League (semifinales, partido de ida) contra el Bayern de Munich en el Santiago Bernabeu. Cuando el mejor es Coentrao se entiende que el concepto defensivo ha prevalecido en la táctica empleada por Carlo Ancelotti para contrarrestar el potencial ofensivo de la escuadra de Guardiola. El Madrid jugó como hubiese jugado con Mou, ni más ni menos, y con futbolistas talentosos sacrificados en tareas defensivas como es el caso de Isco Alarcón.
El legado de Mou sigue presente se quiera o no en este Madrid de furiosa embestida y contragolpe con Benzemá -por fin- en verdadero estado de gracia y resolviendo en los momentos claves. Un Madrid en el que importa y mucho ese pequeño gran futbolista apellidado Modric que también trajo Mourinho y que tanto ha contribuido al soñado equilibro del equipo. A la manera de Mou se abatió al Barça en Copa del Rey apareciendo al rescate del equipo Bale que para ese tipo de jugadas determinantes se le fichó.
El legado de Mou sigue presente se quiera o no en este Madrid de furiosa embestida y contragolpe con Benzemá -por fin- en verdadero estado de gracia y resolviendo en los momentos claves. Un Madrid en el que importa y mucho ese pequeño gran futbolista apellidado Modric que también trajo Mourinho y que tanto ha contribuido al soñado equilibro del equipo. A la manera de Mou se abatió al Barça en Copa del Rey apareciendo al rescate del equipo Bale que para ese tipo de jugadas determinantes se le fichó.
Al Madrid le bastaron las contras para lograr un triunfo que ahora deberá refrendar en Munich en un partido de vuelta que será de la máxima exigencia. En ese crucial encuentro volverán a ser vitales los contragolpes en un tipo de planteamiento que hubiera suscrito el mismísimo Jose Mourinho que también hubiera tardado en darle su sitio a un futbolista talentoso como Isco que parece recuperar en este final de temporada el papel protagonista que siempre debería haber tenido.